Pozol de Cacao

Más que una bebida, el pozol de cacao es un vínculo con la historia, una tradición que ha nutrido a generaciones y sigue latiendo en el corazón de Chiapas. Desde tiempos ancestrales, los mayas y otros pueblos prehispánicos de Mesoamérica encontraron en esta mezcla de maíz nixtamalizado y cacao un alimento sagrado, fuente de energía y resistencia para largas jornadas de trabajo y travesías.

En cada sorbo de pozol de cacao resuena el eco de los antiguos mayas, quienes lo preparaban con devoción y lo servían en jícaras, como símbolo de comunidad y sustento. Con la llegada de los españoles, su legado no solo sobrevivió, sino que se arraigó aún más en la cultura chiapaneca, convirtiéndose en un emblema de identidad y orgullo.

Su sabor intenso, su textura espesa y su frescura incomparable lo han mantenido vigente a lo largo de los siglos. Hoy, el pozol de cacao sigue siendo el compañero infalible de quienes buscan aliviar el calor, reconectar con sus raíces y celebrar la riqueza de una tierra donde la tradición se saborea en cada gota.

Tomar pozol de cacao es más que saciar la sed; es abrazar la historia, rendir homenaje a nuestros ancestros y sentir en el paladar el alma vibrante de Chiapas.